Los escritores latinoamericanos Eduardo Galeano y
Mario Vargas Llosa
mantuvieron diferencias durante los últimos años
sobre la figura y el proyecto
de gobierno del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Sus posiciones eran diametralmente opuestas y así lo
reflejaron en artículos,
entrevistas de prensa y debates.
Galeano, autor del clásico Las venas abiertas de
América Latina, escribió
alguna vez que “Hugo Chávez es un demonio“, y
explicó: “Porque alfabetizó a
2 millones de venezolanos que no sabían leer ni
escribir, aunque vivían en un
país que tiene la riqueza natural más importante del
mundo, que es el
petróleo”.
En 2011, Galeano declaró en una entrevista en
Montevideo que Chávez
quizás era un dictador, pero “un dictador rarísimo”
porque ganó varias
elecciones limpias.
“Hugo Chávez es un dictador, sin embargo, es un
curioso dictador. Ganó
ocho elecciones en cinco años. Y ahora,
recientemente, se sometió a un
referéndum en el que preguntaba a los venezolanos si
querían el modelo de
Estado que él proponía. Es el único presidente de la
historia de la humanidad
en hacerlo. Y ganó con el 60 por ciento”.
Agregó: “Uno enciende la televisión venezolana y lo
primero que ve es a
miles de ‘periodistas’ diciendo que en Venezuela no
hay libertad de
expresión. Uno enciende la radio venezolana y hay
miles de ‘periodistas’,
analistas, opositores de Chávez, diciendo que allí no
hay libertad de
expresión. Y uno abre el diario venezolano y hay un
título enorme que dice:
AQUÍ NO HAY LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
“En los últimos cinco años tan sólo un medio de
comunicación ha sido
clausurado. Pero no fue clausurado por el gobierno de
Chávez, sino por estos
‘demócratas’ (se refería a la derecha de Venezuela)…
Extraña dictadura y
extraños demócratas. Yo creo que en Venezuela hay un
divorcio genial: el
divorcio entre la realidad y la realidad virtual…”
Un año antes, en 2010, Galeano también habló sobre
los medios de
Venezuela al diario español El País. A pregunta
expresa de ese diario sobre
los “conflictos” de Chávez con la prensa, reflexionó:
“Hay una demonización de Chávez. Antes Cuba era la
mala de la película,
ahora ya no tanto. Pero siempre hay algún malo. Sin
malo, la película no se
puede hacer. Y si no hay gente peligrosa, ¿qué
hacemos con los gastos
militares? El mundo tiene que defenderse. El mundo
tiene una economía de
guerra funcionando y necesita enemigos. Si no
existen, los fabrica. No
siempre los diablos son diablos y los ángeles,
ángeles”.
Las críticas del Nobel
Por su parte, el novelista peruano-español Mario
Vargas Llosa, Premio Nobel
de Literatura 2010, admite que siempre mantuvo
contrapuntos con Hugo
Chávez.
Recuerda que invitó a debatir al líder de la
revolución bolivariana, y éste
siempre rechazó el debate. Así ocurrió en 2009,
cuando Vargas Llosa, y los
mexicanos Jorge Castañeda y Enrique Krauze viajaron
hasta Caracas para
debatir con Chávez y el presidente evitó el
encuentro.
Vargas Llosa consideraba que Chávez encarnaba “lo
peor del caudillismo”,
que a su vez representaba “lo peor de la herencia del
imperio español en
América”.
En algunas de sus entrevistas expresó también que el
gobierno de Venezuela
se sostenía con las ventas de petróleo a Estados
Unidos.
Vargas Llosa llamó a Hugo Chávez “el gran
desestabilizador de la
democracia” en Latinoamérica, y en 2012 escribió en
el diario español El País
que la caída de Chávez significaría “una gran cosa no
solo para Venezuela
sino para el resto de América Latina“.
El Nobel de Literatura expresó claramente su posición
sobre el futuro de
Venezuela durante la campaña electoral de 2012. El 7
de octubre, día de la
elección presidencial, Vargas Llosa publicó La Hora
de Capriles, en el que
indicó que el candidato opositor, Henrique Capriles,
necesitaba una amplia
victoria sobre el presidente Chávez para que el
oficialismo no manipulara el
resultado electoral.
“Si su victoria se da por un margen pequeño, las
posibilidades de que el
oficialismo manipule el resultado a su favor son muy
grandes”.
Chávez pertenece al infierno
Galeano tiene una visión muy diferente sobre la
Venezuela de Chávez. “Yo
viví en ese país algunos años (como
periodista-corresponsal de Prensa
Latina) y conocí muy bien lo que era. La llaman la
Venezuela Saudita, por el
petróleo… Pero tenían 2 millones de niños que no
podían ir a las escuelas
porque no tenían documentos”.
Por eso, en sus artículos sobre Venezuela, Galeano
recurre a la ironía: “Llegó
un gobierno, ese gobierno diabólico, demoníaco, que
hace cosas
elementales, como decir ‘Los niños deben ser
aceptados en las escuelas con
o sin documentos’.
“Y ahí se cayó el mundo: eso es una prueba de que
Chávez es un malvado,
malvadísimo. Ya que tiene esa riqueza, y gracias a
que por la guerra de Irak
el petróleo se cotiza muy alto, él quiere aprovechar
eso con fines solidarios.
Quiere ayudar a los países sudamericanos,
principalmente Cuba. Cuba
manda médicos, él paga con petróleo”.
Remata: “En la época en que yo vivía allá como
corresponsal, nunca vi un
médico. Ahora sí hay médicos. La presencia de los
médicos cubanos es otra
evidencia de que Chávez está en la Tierra de visita,
porque pertenece al
infierno”, dice el uruguayo.
(Con información de Terra,
minuto uno.com y El País )
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