jueves, 24 de diciembre de 2015

NOTA DE LA CONFERENCIA SOBRE JOSÉ MARÍA MORELOS Y PAVÓN


Morelos, el insurgente que rompió con la Corona española. Sustanciosa conferencia del Dr. Cuauhtémoc Hernández Silva 

Jorge A. Franco Cáceres

El pasado martes 22 de diciembre, con motivo de cumplirse 200 años del asesinato de José María Morelos y Pavón, se llevó a cabo en el Hotel Plaza Mirador la Conferencia Magistral del Dr. Cuauhtémoc Hernández Silva Morelos y la Revolución Insurgente. Congreso e Independencia, 1810-1815. Convocada y organizada por la Academia Liberal de Yucatán, AC, el expositor, quien es profesor investigador de la Universidad Autónoma de Azcapotzalco (UAM-A), inició su charla argumentando que dos momentos claves del proceso independentista, antes de que el llamado Siervo dela Nación (o como prefiere nombrarlo Siervo del Congreso) se involucrara en la guerra insurgente, fueron la caída del gobierno virreinal en 1808 y las fallidas conspiraciones de Valladolid y Querétaro de 1809, respectivamente. En esos tres momentos, destacó, los actores principales ya planteaban de forma franca la idea de la Independencia, no como se ha debatido en la última década en la historiografía mexicana como el inicio de “una lucha autonomista”respecto a España.

Esa idea, señaló el expositor, es central para entender las propuestas sociales e independentistas que Morelos y su grupo político y militar desarrollarán, defenderán e impondrán en el ambiente social novohispano en los años en que “pusieron en jaque” al poder virreinal. Fue sin duda la “ruptura con el Fernandismo” en 1813 el punto de toque que marcará el antes y el después de la revolución de Independencia. Es decir, su propuesta abierta al pueblo para impulsar la aceptación de una forma liberal de representación política basada en órganos de gobierno y administración independientes “para alcanzar la libertad y la nueva patria”, dejando atrás para siempre la figura del rey como símbolo del absolutismo caduco y sin futuro. 

Esa idea y postura, indicó, enfrentó por ejemplo a Morelos con el abogado y caudillo Ignacio López Rayón, quien fue criticado por el líder vallisoletano de mantener una idea conservadora de la lucha política “independentista”,anclándose en la figura mítica del rey Fernando VIILosdiferendos con Rayón tuvieron su punto culmen en la Junta Insurgente que este encabezaba, cuando Morelos, al revisar los “Elementos constitucionales”, sugirió la supresión de la mención al rey Fernando VII: “Que se le quite la máscara a la independencia, eliminemos la mención del Rey”, postura que un sector de los líderes mantenían en los documentos políticos insurgentes, sustituyendo quien alcanzó el título de Generalísimo con una referencia clara a la necesidad de independizarla entonces llamada “nación americana.

Profusa en matices históricos que le otorga ser compilador de más de 1500 documentos sobre la vida y obra de José María Morelos y Pavón, Hernández Silva dejó claro que el pensamiento de Morelos era muy avanzado. Así, pese a que ingresó ya adulto, a los 25 años, a la carrera del sacerdocio,su vida de adolescente al lado de un tío paterno como administrador y arriero sí, no se interpuso en su excelente formación intelectual; misma que le permitió alcanzar pleno dominio de latín y acceder a la literatura ilustrada de gran nivel. Esto, destacó, lo llevó a ser el mejor alumno de su generación en San Nicolás con todo y que no concluyó la licenciatura ni, como Hidalgo, lograra obtener el grado de doctor. No lo necesitaban pues ambos tenían tal nivel de “intensidad de su compromiso social, político y militar” y un “fuerte programa social que, sobre todo Morelos, desplegó en sus escritos y actos”, ya que un programa político de envergadura no se vivió en esa etapa final de la colonia ni en todo el siglo XIX sino hasta “la aparición del zapatismo” en la Revolución Mexicana. 

Y es que, abundó el ponente, fue tal la proporción y alcance de la lucha independentista de Morelos, que durante los casi cinco años que mantuvo en jaque al poder virreinal “sus ejércitos y seguidores controlaron un territoriovasto, que va desde Guatemala y Chiapas, pasando por Oaxaca, Guerrero, parte de Michoacán y pretendían extenderse hasta la Nueva Galicia”. Este aspecto del programa y alcance geopolítico de la lucha militar de Morelos, pocos en realidad lo tienen claro. Es precisamente con la recuperación de decenas de materiales en los últimos años que se está logrando entender –como expuso Hernández Silva- por qué los virreyes Venegas y Calleja, sucesivamente, entendían que no estaban enfrentando a un ejército ni a un estratega político cualquiera o a un jefe militar desordenado. El hecho, destacó el expositor, es que pese a que Morelos ya no estaba más en esta vida a partir del 22 de diciembre de 1815, “grupos rebeldes e insurgentes pululaban a lo largo y ancho de ese territorio”. Todos ellos estaban en buena medida impregnados del ideario político independentista de la generación de Morelos, sustentado de forma clara en la necesidad de lograr una representación fincada en un Congreso con separación de poderes, es decir, una República moderna. 

de eso es quizá de lo que se lamentaría Morelos si regresara de su tumba y diera un paseo por el México de la partidocracia corrupta y del neo-presidencialismo análogo,que padecemos 200 años después de su aniquilamiento en Ecatepec. Para entender esa parte avanzada de la figura de Morelos, explicó con precisión el Dr. Hernández Silva, ha sido fundamental por ejemplo estudiar la declaración que,como preso los juzgados contrainsurgentes obtuvieron de Mariano Matamoros, el segundo de a bordo de Morelos. El también cura Matamoros dejó en claro que siempre tuvieron acceso a la lectura de documentos políticos liberales de la época, textos que estaban socavando las bases de las monarquías autoritarias: la Constitución de Cádiz, la Constitución de Estados Unidos de Norteamérica, entre otros materiales de liberales europeos, de los que abrevaban para cuestionar, oponerse y combatir al absolutismo español o regalismo borbónico. Un punto relevante, por ejemplo, fue la prensa insurgente, dirigida por Andrés Quintana Roo, y a quien se atribuye en distintos momentos previos a la declaración final de Los Sentimientos de la Nación, haber publicado entre 1812 y 1813 artículos en los que se hace explícita la exposición de luchar por los “sentimientos de la nación”.

Para el Dr. Hernández Silva la doble dimensión de la figura de Morelos, la política y la militar, no son excluyentes ni una opaca a la otra. Sin embargo, expuso, la primera es de tal lucidez por todo el bagaje ilustrado que la alimentaba que lo hace una personalidad muy destacada en la historia política de México. Fueron cinco años los que duró su lucha, pero el éxito de su programa político está hoy día vigente y en muchos sentidos incumplido. Sin embargo, subrayó cómo tampoco se ha estudiado a fondo la impronta guerrera que sus prácticas y tácticas de lucha armada inocularon en miles de pobladores de los territorios novohispanos “conquistados” por la insurgencia en ese período. Tanto, añadió, que destacados historiadores militares de la última etapa de la Nueva España (como ChristonArcher), han observado la prevalencia de una efervescencia “guerrillera” entre 1814 y 1821 en toda esa extensión del sur y occidente novohispano. Y esa, apuntan, no se puede atribuir más que al éxito del programa político de Morelos y de su irradiado grupo insurgente. 

Un aspecto más que tocó la exposición del Dr. Hernández Silva en la sesión de preguntas y respuestas fue, entre otras cosas, por qué Morelos fue ajusticiado en el entonces apacible pueblo de Ecatepec. Señaló que ese poblado era el punto previo que anunciaba el arribo de los virreyes a la ciudad de México. Y que, sin descartar un aspecto simbólico asumido por el propio poder real, la decisión de eliminarlo en Ecatepec fue quizá para evitar que se creara en la capital virreinal un sitio que en esa misma etapa recordara la profundidad de su figura, pensamiento y lucha. Una especie de santuario, toda vez que Morelos, podemos recordar, fue parte de esas decenas de sacerdotes del llamado clero bajo muy vinculado a los sectores populares, quienes se involucraron en la lucha independentista poniendo en predicamento al poder real y a sus aliados regalistas de elite como fueron la jerarquía eclesiástica, la alta burocracia europea, el ejército y otros actores sociales de origen peninsular europeo. Mis felicitaciones a los organizadores de tan exquisita charla o tertulia. 

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